El Rastro de Madrid

250 años de historia
Originalmente de objetos de segunda mano, que se monta todas las mañanas de domingos y festivos en un barrio castizo del centro histórico de la capital de España. Nació hacia 1740 en torno al «Matadero de la Villa», ocupando las aceras de la cuesta de Ribera de Curtidores del barrio de Lavapiés, como un zoco semi-clandestino de venta de objetos usados (baratillos).
El Rastro, con más de un cuarto de milenio de existencia, ha ido reglamentando su existencia y actividad comercial. Su fama internacional (que le hace estar presente en las guías de viaje sobre Madrid como un atractivo singular), le emparenta con otros mercadillos existentes en diversas ciudades de Europa: Los Encantes en Barcelona, el Waterlooplein de Ámsterdam, Portobello en Londres, el mercado del Porta Portese en Roma. El madrileño superaba los 3500 puestos en el año 2000.
